Hay algo que todavía no me termina de convencer de los libros electrónicos. Sí, son más prácticos; sí, se ahorra en papel; sí, son más fáciles de comprar. Aun así, hay varias cosas que me quedan debiendo como el olor del papel cuando abres un libro nuevo o el pasearte por horas en una librería viendo cientos de títulos sin saber cuál te llevarás y siempre termina por ese libro, ese título que te llama desde un estante "¡Aquí!" (el libro es el que te escoge diría mi hermano). También está la parte estética del libro, y no sólo me refiero al arte gráfico (el cual también tiene su atractivo para el lector), sino al potencial decorativo que tienen los libros para cualquier habitación.
No importa si son libros de medicina, de matemáticas, novelas o recopilaciones fotográficas; los libros tienen un lugar especial en nuestro aprendizaje y por ende, en nuestras vidas. De la misma forma, creo que es pertinente ser recíprocos y darles un lugar especial en donde quiera que los guardemos. Hay quienes los meten en una gran caja en el fondo del clóset y se olvidan de ellos hasta que los vuelven a necesitar, pero como comentaba antes: los libros tienen la capacidad de estilizar una habitación. Es por ello que en este post te presento algunos diseños interesantes de libreros.
Algunos no son tan complicados de hacer, otros se pueden conseguir en las tiendas departamentales, pero la opción más sencilla es acercarte a un carpintero (una profesión que esta época moderna tiene muy olvidada) que te quede cerca de tu casa y llevarle el diseño y las medidas de lo que quisieras que te haga y créeme, no es nada caro y lo hará a la perfección. Las posibilidades son muchas y todo depende del estilo que más te guste, pero por lo menos espero este post te sirva de inspiración para que decidas darle a tus libros el lugar que se merecen.
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